lunes, 12 de febrero de 2018

Reseña 4: Venom Vol 3 #1-6, #150


Pues me di un tiempo para leer el primer arco de título actual de Venom, el cual me llamo la atención (entre otras cosas) porque por fin terminaron con ese fumada de “Space Knight”.

No me malinterpreten, Venom Flash Thompson si me pareció una mafufada cuando se anunció (todavía me acuerdo cuando vi la noticia en el comic shop news), pero ya cuando leí el comic, la premisa se me hacía muy chida: Flash Thompson, ahora veterano de guerra y “maldito lisiado” (no se esponjen, agarren la referencia) se mete a un experimento gubernamental donde le ponen el simbiote para cumplir misiones black ops y al terminar cada misión se lo quitan. Thompson solo podrá usar el traje por cierto número de misiones y después tendrá que ser otro soldado, para evitar vinculación. Hasta ahí la premisa del comic estaba muy chida, pero luego lo hicieron avenger, guardián de la galaxia, divide el simbiote y no se que tantos choros.


Pues Venom volumen 3 empieza justamente cuando el simbiote se le salio a Thompson, y anda todo debilitado vagando por Nueva York. Al mismo tiempo se presenta al personaje de Lee Price, un ex soldado muy diferente a Thompson, ya que podría decirse que entra en el estereotipo del hombre que no tenía nada en la sociedad y en la guerra encontró un propósito y la forma de desahogar sus traumas. Price, que no encuentra trabajo (Cliche de exsoldado), empieza a trabajar para la mafia de Black Cat y en encuentro con la gente de Tombstone converge con el simbiote y se vuelve el nuevo Venom. Cabe recalcar que en la etapa de Flash Thompson el simbiote se volvió pussy, y aquí es Lee Price es el que lo controla y obliga a pelear usando fuerza letal.

Ya según avanzan los números, la historia pintaba para explorar ahora los papeles invertidos de como sucedía con Thompson (Thompson=Bueno, Simbiote=Malo), con un Venom “en control” el cual pelea solo por él y para él.

El dibujante es el mexicano Gerardo Sandoval (la razón principal por la que se publica en México), el cual a mi parecer hace un excelente trabajo, y aunque tiene detractores, su versión de Venom se me hace muy chido. Al tratarse de un admirador de Mcfarlane es inevitable encontrar los homenajes en su estilo y creo que le queda bien (un estilo diferente para un venom diferente). Igual está muy chido su Spider-Man, ojala le dieran más oportunidades en algún título del personaje.

Después de terminar de leer los primeros 6 números, me quedo una sensación de que la historia tenia muchísimo potencial, el cual se por al caño por el hecho de querer regresar awebo a Brock. Creo que a Lee Price se le podía poner como un digno sucesor de Brock, y el tono que estaba tomando la historia de Costa con guerra de mafias quedaba perfecto para el estatus de antihéroe que tenía el personaje en los noventas.

El #7 de la historia se convierte en el #150 nada más para que sea de aniversario, y lo primero que hacen es rezagar a Sandoval a segundo plano y meten a ¿Tradd Moore? (en su casa lo conocen) en una historia que no tenía nada que ver y hasta es cliché: “¿Cómo podemos hacer una historia bien darkss de Eddie Brock? Ya sé, vamos a ponerlo en una iglesia arrepintiéndose de sus pecados!!!”. A Sandoval le toca una segunda historia que muestra cómo se separó Thompson del simbiote y por ultimo (lo mejor del número) una historia de Michelinie y Ron Lim de Venom en San Francisco.

Por mi parte creo que aquí dejare el título, y aunque me gustaba mucho el dibujo, he hojeado los números posteriores y creo que las historias de Brock no van a ningún lado.

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