Siempre he sido de la idea de que hay historias en los comics que no deben tocarse. Ejemplos hay muchos que podrían mencionarse, y entre ellos estaba “Old Man Logan”. Hace unos años Marvel saco diversos teasers misteriosos y entre ellos estaba uno del mencionado Old Man Logan, por lo cual muchos nos fuimos con la finta de que se trataba de una secuela escrita por Brian Bendis. Al final resulto que se trataba de una miniserie que fue parte del megaevento Secret Wars donde al final vímos al viejo Logan ser transportado al universo principal de Marvel, casualmente para llenar el vacio que el Logan “normal” dejo al morir meses antes en otra historia.
La serie regular de Old Man Logan ahora escrita por Jeff Lemire comienza justamente donde termino la miniserie de Bendis: Logan desnudo en un callejón del Nueva York de la tierra 616, donde inmediatamente “razona” que de alguna forma fue transportado al pasado. Siendo un “Wolverine”, y habiendo sido parte de una versión de los Xmen, Logan esta mas que familiarizado con los embrollos temporales, asi como los futuros distopicos, por lo cual basándose en toda su experiencia decide que actuara en “su pasado” para prevenir “su futuro”(aquel donde los villanos se organizaron y conquistaron la tierra). El primer arco compuesto de 4 numeros titulado “Berserker” nos muestra los esfuerzos de Logan, el cual todavía esta muy confundido, por evitar “el dia del levantamiento”, por lo cual inicialmente crea una lista de los personajes claves que debe eliminar. El plan parece bastante simple, pero lo que Logan poco a poco comienza a notar, es que este pasado tiene muchas diferencias con el que recordaba.
El segundo arco que comprende del #5-7 se titula “Bordertown” y a grandes rasgos nos muestra el enfrentamiento de Logan con Lady Deathstrike y los Reavers en Alaska, ya que se encontraba en aquel lugar en una “viaje personal” después de pasar una temporada con los X-Men (en aquel entonces Jeff Lemire también era el encargado del comic principal de los mutantes, llamado Xtraordinary X-Men).El giro del comic llega cuando se descubre que el viaje de Logan esta relacionado con una persona de su pasado (que es el futuro de dicho personaje), al cual jura proteger de su mencionado “dia del juicio de los superhéroes”.
En el caso de Jeff Lemire debo admitir que los números que he leído me han parecido muy entretenidos, especialmente la forma en que el escritor se atreve a meterse con la historia de Old Man Logan, mostrándonos muchos flashbacks que nos ayudan a ver la historia que no conocíamos y las motivaciones del personaje. Por otro lado Lemire se hace acompañar de su compañero Andrea Sorrentino (en mi opinión con el que ha hecho sus mejores comics). El arte de Sorrentino siempre me ha parecido muy bueno, pero tambien ha tenido detalles en su estilo, siendo uno de los mas notorios el que tiene un rango algo limitado en lo que respecta a su diseño de personajes. Por mencionar algunos ejemplos en Old Man Logan, un personaje que aparece llamado Black Butcher tiene exactamente el mismo diseño que Sorrentino le diseño a Count Vertigo en los comics de DC. Tambien vi que en números posteriores aparecen unos ninjas, los cuales son casi idénticos a unos personajes que también diseño para el comic de Green Arrow.
Por lo que estuve viendo, la etapa Lemire/ Sorrentino duro alrededor de 24 numeros, recopilada en 5 TPBs, los cuales actualmente son relativamente fáciles de conseguir tanto en ingles como en español. El negrito en el arroz diría yo que tiene que ver con la cantidad de números que contienen dichos tomos, como en el caso de de los primeros dos recopilatorios que traen cuatro numeros cada uno, aunque Marvel trata de compensarlo agregando material extra relacionado (el ultimo numero del comic original de Old Man Logan y un comic clásico de Xmen donde sale Lady Deathstrike, respectivamente). Retomando el tema del run, aunque parece corto, Lemire y Sorrentino siempre han trabajado en historia finitas, compuestas de poco números (comparados con runs interminables) tal vez parezca poco, pero la dupla siempre ha brillado valiéndose de “de lo bueno poco”.
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