jueves, 17 de octubre de 2019

Reseña 155: House of X/ Power of X


Creo que he sido bien claro en lo que se refiere a mis gustos en comics, y cuando se llega a dar un caso donde un comic no me gusta, siempre expongo las razones claras del porque. De igual manera no soy fanatico de “alabar” el trabajo de algún escritor nada mas porque si, como si hacerlo me diera un halo de superioridad inexistente sobre los demás lectores. Mi postura sobre el trabajo de Jonathan Hickman siempre lo he dejado claro: me gustan mucho varios de sus comics como Fantastic Four y SHIELD, pero su run en Avengers esta demasiado sobrevalorado. Cabe aclarar que con “Avengers” me refiero a la historia de los ingenieros cósmicos y los Avengers yendo a una guerra en el espacio contra estos. Si pensaban que me refería a aquella historia de los Illuminati y de las “incursiones” entre universos asi como la destrucción de estos (que esa era “New Avengers”), pues esa historia, como lo he expresado en otras ocasiones (escuche el CC Podcast para mayor información :V ) se me hace buenísima. Deigual manera esos mismos New Avengers se me hicieron demasiados buenos para lo que termino siendo Secret Wars, que no la considero mala, pero como en otros casos y como suele suceder en muchos eventos de las editoriales grandes de comics, muchas veces el camino termina siendo mejor que el resultado final (lean mi reseña de Secret Empire).

Creo que con todo esto queda claro que no me emociono que el regreso de Jonathan Hickman a Marvel fue con la expectativa de regresar la gloria perdida a los X-Men, y con la premisa (por parte de los fans) de replicar lo que hizo con Avengers. Fue asi que con el correr de los meses fui escuchando que comenzaría su etapa con dos miniseries conectadas tituladas “Power of X” y “House of X”, de las cuales escuchaba solo alabanzas pero nadie podía decirme exactamente de que iban. Llego un punto, hasta hace poco que terminaron las miniseries, que decidi aplicar el antiguo dicho de “si quieres que algo se haga bien, hazlo tu mismo” y asi fue que decidi sentarme a leer ambos títulos.

Pues lo primero que tengo que decir es que efectivamente esta historia si tiene que ser leida en el orden que Hickman establece y ambas historias son igual de importantes, aunque personalmente en cierta parte de la historia me parecía mas entretenida “House of X”. Como es costumbre en varias de las historias de Hickman, el comic comienza…y no se entiende nada, un monton de ideas e imágenes con muchos huecos que en una primera lectura no se entiende completamente, pero con el pasar de los números van tomando una forma y que al terminar quedan completamente claras, todo esto para que al final regresemos al principio y nos demos cuenta que todo estuvo ahí desde el principio…la magia de los comics en acción, señores.

Pasando al argumento (y bajo su propio riesgo de enterarse de un spoiler) la historia comienza mostrándonos cuatro épocas diferentes de la historia de los X-men: El “año uno” del sueño de Xavier, El año diez de los X-men (el presente del universo Marvel), el año cien donde hay una guerra entre mutantes y la raza humana, y el año mil, donde la raza humana esta a punto de acceder a una asimilación cósmica por parte de los Phalanx, personajes recurrentes de los X-men. Al principio las dos historias que mas se nos muestran son las del año diez y cien, dándonos poco a poco mas detalles de la situación que en estas ocurre. En el caso del año diez, que como ya lo mencione ocurre en el presente del universo Marvel, Hickman nos presenta de la nada a un Profesor X que en 6 meses implemento un plan de crear una nación de mutantes utilizando a Krakoa para terraformar diversos puntos no solo de la tierra, sino del sistema solar. Desde un principio del comic me extraño los cambios en la actitud y personalidad no solo de Xavier, sino de varios personajes, lo cual me genero demasiadas dudas sobre lo que estaba ocurriendo o si se trataba de una realidad alterna, ilusión o sueño guajiro, lo cual va tomando sentido con el pasar de los números con la integración del que parece el personaje clave de esta historia: Moira MacTaggert, la cual sufre un retcon muy interesante por parte de Hickman y es asi como nos damos cuenta que todas las historias, de una forma u otra están relacionadas con ella.

Conservando el característico estilo de Hickman, el escritor utiliza su conocido estilo de presentar documentos, estructuras geométricas y mensajes en clave para apoyarnos con lo que esta presentando en las viñetas, y aunque no soy muy fanatico de esto si debo admitir que varias de esas paginas me ayudaron a aclarar muchos de los misterios que se presentan en un principio. Por otro lado me gusto como Hickman decide reutilizar muchos personajes perdidos en la historia de los X-Men, y presentarlos de una excelente manera, específicamente los mutantes inútiles creados por Brian Michael Bendis.

Mi veredicto sobre este comic es que pese a mis dudas, veo muy factible este intento de Marvel de volver a poner en el mapa a los X-men. Tenia mucho miedo que Hickman metiera sus conceptos mariguanos como en Avengers, pero me percate que el problema no era el concepto, sino el receptor de estos: a los X-Men les quedan de maravilla. Ya he mencionado en diversas ocasiones que tal parece que los X-men sobreviven de puro reciclaje de sus historias ochenteras y noventeras, pero en esta ocasión la tendencia de Hickman de apropiarse de los personajes y desarrollarlos como propios (muchas veces pasándose por el arco del triunfo su historia, personalidad o características) es la solución para refrescar a los “equis men”.

Como he leído en los comentarios de varios buenos amigos, la principal piedrita en el zapato de Hickman podría ser el hecho de que ya están anunciados un monton de títulos de X-Men, los cuales podrían diluir la importancia y desarrollo de su nuevo run. Esperemos que esto no sea un impedimento y Hickman presente una gran historia.

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